La estrategia de selección de valores del fondo se basa en la identificación y selección de empresas que se consideran extraordinarias, aquellas que tienen la capacidad de capitalizar de manera recurrente su valor en el largo plazo. Estas empresas deben cotizar a una valoración que se considere razonable, es decir, que ofrezca una relación atractiva entre precio y valor intrínseco.

La cartera del fondo está compuesta por compañías que cotizan en mercados secundarios. Esta selección se realiza sin tener en cuenta el sector o el país de origen de las empresas, lo que permite una diversificación amplia y flexible. Aunque la inversión se enfoca principalmente en Estados Unidos y en países europeos, no se excluyen otros países pertenecientes a la OCDE, lo que brinda oportunidades de inversión en un ámbito global. 

El objetivo principal de la inversión es preservar el capital y hacerlo crecer a lo largo del tiempo, incurriendo en el menor riesgo posible. La estrategia busca generar rentabilidades a largo plazo, aprovechando el poder del interés compuesto para maximizar el rendimiento del capital invertido. La filosofía de inversión se centra en la seguridad y el crecimiento sostenido del patrimonio, proporcionando un enfoque prudente y meticuloso en la gestión de los activos del fondo.